“Nada hay que pueda encendernos tanto como el tomar conciencia del carácter divino de la Obra”, dijo nuestro Padre y Fundador al volver de Milwaukee. Hoy lo repetimos al observar lo que ha sucedido al alero del Santuario de Bellavista, desde el inclemente mes de mayo de 1949, hasta la fecha. La Capillita solitaria, como una casa de muñecas en medio del campo, es hoy un vigoroso centro de vida espiritual en el corazón de la comuna de La Florida que cuenta actualmente con alrededor de cuatrocientos mil habitantes.
Cuando las Hermanas Marianas, tras muchos trámites y plegarias, se decidieron, junto con el padre Kentenich, por la comuna de La Florida como sede del Santuario, ya estaban sembrando la primera semilla de nuestra Familia de La Florida, como se llamó primitivamente. Dios Padre, que guiaba sus pasos, ya sabía que las familias que vivían en la comuna, eran gente sencilla, de gran espíritu religioso, además sólo Él podía saber que este lugar campestre y alejado se iba a transformar en una de las comunas más habitadas de Santiago.
En medio de este crecimiento insólito, la Mater manifestó su deseo de tener junto al Santuario, una Familia que se le entregara sin muchas preguntas, sólo con la adhesión total del corazón, con la sencillez y la bondad propias de quienes viven en la comuna. Así comienzan a formarse grupos de juventud y de matrimonios que no prosperan a pesar del amor puesto en la tarea. Sin embargo la fidelidad y los ofrecimientos silenciosos, sin duda, son los fundamentos de la Familia de Bellavista de la cual es pilar fundamental la Rama de Familias.
A fines del año 1984, como grupo, nos disponemos a preparar un regalo para nuestro Padre y Fundador en el centenario de su nacimiento. Habíamos sellado una Alianza Filial con Él, el treinta y uno de marzo de 1982 y lo sentíamos un padre muy cercano. Nos proponemos regalar al padre la revitalización de los Santuarios del hogar, a veces un tanto olvidados y hasta empolvados, para lo cual queremos que nuestro Padre y Fundador los visite en este año previo al centenario, motivados por lo que en la Primera Jornada Latinoamericana de la Obra Familiar que se realiza en Santiago, nos cuenta el matrimonio argentino de Odette y Alfredo Vallendar: “así como el Padre vio la importancia de los Santuarios filiales en Dachau en Millwakee destacó la importancia de los Santuarios del hogar. Háganse apóstoles de esta hermosa misión”
Se hizo un catastro de los Santuarios del hogar en Santiago, para que todos sean visitados por nuestro Padre. Se prepara un tríptico que lo acompañará, en el que se sugiere la forma de vincularnos a Él en los tres días que estará en cada casa, un cuaderno en el que la familia anotará sus vivencias de esos días, si así lo quiere y una carta pidiendo que la corriente que fluye desde el Santuario Original se multiplique en los Santuarios del hogar e irradie hacia la iglesia y el mundo.
El 18 de junio, desde la Misa de Alianza, el padre Luis Ramírez, envía diez padres peregrinos a visitar los Santuarios del hogar de Santiago y en su caminar el Padre va recogiendo conmovedores testimonios de amor y cercanía, de una vinculación profunda de hijos con su padre.
El 10 de julio de ese año, día de la primera misa del Padre y Fundador, invitados por el Padre Luis Ramírez, director nacional del Movimiento, se reúnen el matrimonio Moore Araya, Yuraszeck Ardiles, Vásquez Ibáñez y Rivera Núñez, los asesores Padre Horacio Rivas, Hermana María Angélica Infante y los Jefes de Rama Elisa y Jorge Sanhueza. El padre Lucho manifiesta su preocupación porque en Bellavista no hay quien apoye a los matrimonios que llegan en busca de ayuda para su vida matrimonial y familiar. Nos propone realizar un curso de Introducción a Schoenstatt, lo que todos conocemos como Jornada de Matrimonios Nuevos. Nos invitan, por tanto, a prestar un servicio a los matrimonios de la Florida, a ayudarlos en la misma forma que se ha hecho con nosotros. El Padre Lucho pide al matrimonio Rivera Núñez, que haga cabeza del grupo que, de inmediato intensifica la oración y sus contribuciones al Capital de Gracia, acentúa su vinculación al Santuario y entrega su respuesta a la Mater el 30 de Agosto en una Eucaristía en el Santuario, celebrada por el Padre Raúl Arcila, a la que providencialmente asisten representantes de todas las Ramas e Institutos.
Como ya se ha dicho, es el año del Centenario y los matrimonios Vásquez y Rivera forman parte de la peregrinación que viaja a la celebración en Schoenstatt. Llevan el pergamino firmado por todos los asistentes a la Eucaristía antes mencionada y la respuesta de los cuatro matrimonios que, con profunda conciencia de misión se ponen como instrumentos a disposición de la Madre, Reina y Victoriosa y del Padre y Fundador, alegres y agradecidos por la elección.
El día 08 de septiembre, día de la Natividad de la Santísima Virgen, lo depositan en la tumba del Padre y le piden que interceda ante el Padre Dios para que el gran anhelo de servicio que mueve a los cuatro matrimonios llamados, sea una realidad por el bien de las familias de La Florida. Él acoge esta entrega y empieza a tejerse una hermosa historia de cercanía, de seguimiento y dependencia del Padre y Fundador. El día 15, se insiste nuevamente ante el Padre, en el aniversario de su Pascua.
Regresando de Schoenstatt, se programa la primera Jornada de nuevos, la que se realiza entre el 26 de octubre y el 14 de diciembre. Asiste un promedio de cien matrimonios y al concluir se forman siete grupos con los siguientes guías: María Eugenia y Hernán Droguett , Ester y Rolando Novoa, Maritoya y Raúl Ogaz, Tatiana y Luis Urrutia, Oriana y Raúl Vásquez, María Angélica y Walter Rivera. Claudia y Renato Yuraseck. Los asesoran la Hermana María Angélica Infante y el Padre Luis Ramírez.
El año 1986 es un tiempo de trabajo silencioso, de crecimiento personal y de pareja, de preparación a la Alianza de Amor y a la venida del Santo Padre Juan Pablo II a nuestra Patria. Se realiza la primera Vigilia de Adviento en la que tenemos una enriquecedora experiencia de familia.
1987 es el año de las primeras Alianzas: 24 matrimonios en el primer semestre y 10 en el segundo. Se retoma el esquinazo a la Mater, para su día, el 12 de septiembre y un grupo grande viaja a la bendición del Santuario Tabor de Peñuelas. Todas estas vivencias marcan profundamente, crean vínculos, acrecientan el amor a María, arraigan al Santuario y van gestando familia. En diciembre se forman dos grupos nuevos, que empiezan a trabajar en el año 1988.
Iniciando las actividades de ese año, se hace sentir, cada vez con más fuerzas la inquietud bastante generalizada de ser una Rama independiente, considerando que la realidad de los matrimonios de La Florida es distinta a la de los de Santiago, que tanto los unos como los otros tienen características propias, que los de la Florida tienen una riqueza y una misión especial adquiridas por ser hijos del Santuario del 31 de mayo que es su hogar, donde son dueños de casa y guardianes. Anhelamos y vemos como una necesidad ser una Rama independiente y así se lo hacemos saber al Padre Luis Ramírez.
A los siete grupos recién formados se unen, previa consulta, cuatro grupos de matrimonios que teniendo su residencia en La Florida, funcionan con los matrimonios de Santiago.
Con once grupos, el día 18 de noviembre de 1987, día del cumpleaños de nuestro Padre y Fundador, y fuertemente vinculados a Él, en una misa solemne celebrada por el Padre Luis Ramírez, se constituye la Rama Familiar de la Zona Oriente, de acuerdo a la ordenación diocesana. Se realiza una consulta a los matrimonios antiguos para nominar los jefes de esta Rama naciente y son nombrados como los primeros jefes de Rama, María Angélica y Walter Rivera. Su Consejo está formado por los siguientes matrimonios: Mary y Mario Alarcón, María Eugenia y Hernán Droguett, Oriana y Raúl Vásquez y Tatiana y Luis Urrutia. Iniciamos esta etapa de la mano de nuestro Padre y Fundador y con la Hermana María Angélica Infante como asesora.
Los años venideros son de gran actividad. Nuevas experiencias familiares se suman a las ya vividas. La rama se encarga de las misas de Alianza y se inician las misas de Rama. Se hace el primer Bingo, el paseo de Rama, reuniones intergrupos, bendiciones de Santuarios hogar y grandes esfuerzos por formar la Familia de la zona Oriente.
El 14 de junio de 1988, recibimos como asesor de la Rama al Padre Hernán Alessandri, nuestro querido Padre Hernán, que fuera el más fehaciente testimonio de humildad, filialidad, sencillez y por supuesto de sabiduría. Con gran paciencia preparó al Consejo de Rama para sellar una Alianza de Amor con el Espíritu Santo, la que se realizó el 18 de octubre de ese año.
El año 1988 está dedicado a descubrir el querer de Dios para la Rama y las características propias de ella. La primera jornada del año, de la que deriva el trabajo a realizar es “Historia de Bellavista” en la que el Padre Hernán nos recuerda que nuestra Rama, que no estuvo en los orígenes del Santuario Nacional, es hoy su guardiana, y debe sentir suya la historia que no vivió, que lo que suceda en Bellavista de ahora en adelante depende también de nosotros, no solamente de los gestores del Santuario.
1989, lo iniciamos, el 19 de marzo con la jornada: “Carisma y misión de la Rama Familiar de la zona oriente” y poco a poco vamos descubriendo las características de nuestra Rama, concluyendo lo siguiente:
1.- Somos una Rama joven y pequeña que está recibiendo gracias especiales del tiempo de fundación.
2.-Una Rama que por haber nacido y haberse desarrollado junto al Santuario Cenáculo del 31 de mayo, se siente responsable de la misión que el Padre y Fundador entregara en él.
3.-Con un gran cariño por el Padre y Fundador, filialmente vinculada a él, dependiente de él.
4.-Somos una Rama con un profundo espíritu de familia, que ha tenido la experiencia de ser familia porque reza, trabaja, ríe, juega y se entretiene junta, en la que los vínculos familiares se manifiestan ante las necesidades materiales y espirituales de los hermanos y que al mismo tiempo sabe que esto es un don de Dios y lo agradece con humildad. Todo esto nos lleva a hacernos una pregunta: ¿Quiénes somos? La respuesta brota espontánea:
SOMOS TU FAMILIA, PADRE (Se convierte en el lema de la rama).
Refuerza este anhelo el encuentro de la Rama con el diácono Jesús Pagán en la vigilia del 31 de mayo de ese año. De ahí en adelante el trabajo está orientado a cultivar las fuerzas propias y originales de la Rama, que aún están en ciernes, para llegar a ser realmente la familia del Padre.
¿Qué nos proponemos para llegar a ser :
1.-Una Rama arraigada en el Santuario y responsable de la misión que allí nuestro Padre nos encomendara
-Retomar el compromiso adquirido el año anterior de estar diariamente en el Santuario, mediante un calendario preestablecido.
-Asegurar esta vinculación a través de una corriente de nuevos Santuarios del hogar y una revitalización de los ya existentes.
-Realizar un estudio profundo del 31 de mayo.
2.-Una Rama filialmente vinculada al padre y fundador
-Motivar a los matrimonios para que sellen una Alianza de Amor con el Padre
3.-Una Rama que ha tenido la experiencia de ser familia y que por lo tanto,además de acrecentar este espíritu, debe hacerlo extensivo a la iglesia y al mundo. ¿Cómo?
-Al interior de la rama: participación activa en todas las actividades: misas de rama, de alianza, celebración de asesores, jornadas retiros, esquinazo, bingo, paseo,. Realizar reuniones intergrupos y acrecentar la vinculación al Santuario, donde María hace familia. Tener en él un cuaderno para comunicarnos.
-Al exterior de la rama: como dueños de casa acoger a quienes lleguen a Bellavista.
-Ponernos al servicio de las actividades de Bellavista: guardias del Santuario, ministros de la palabra y de la comunión, guías de misa, coro.
En 1990 se realiza una jornada informativa sobre la Obra Familiar y luego un encuentro para postulantes a la Militancia. El 7 de diciembre de ese año hacen su compromiso los primeros militantes de la rama: 24 matrimonios en total, 10 nuevos y 14 antiguos.
Año 1991. La jornada de inicio se titula “Somos tu familia, Padre”. El 4 de mayo se realiza la primera jornada de Militantes: “Militante, corazón de la familia del Padre”, que finaliza con un compromiso de los Militantes, con el Padre y Fundador.
Como se puede colegir, la nuestra es una Rama
-Honda y filialmente vinculada al fundador, desde sus inicios.
-Cada paso que dio, lo dio de su mano.
-No ha hecho nada sin el Padre.
En la misa con la que termina la jornada de ese día 4 de mayo de 1991, asumen los nuevos jefes de rama: Oriana y Raúl Vásquez.. Pareciera que nuestro Padre y Fundador nos dice ahora lo que,en una oportunidad, mandara a decir a la familia de Portugal:
“Vivan de su historia. Es una historia breve, pero es una historia rica porque el amor de Dios, el amor de la Santísima Virgen ha irrumpido allí con fuerza.”
Han pasado ya, casi treinta años y aún nos emocionamos al recordar el gran momento que viviéramos el 18 de noviembre de 1987. Alrededor de ochenta matrimonios que nos considerábamos integrantes de la Rama del Santuario de Bellavista, que aún no existía, después de la Misa de Alianza tuvimos en el Santuario una ceremonia muy íntima y sencilla junto a nuestra Madre y a nuestro Padre y Fundador. Cuando el padre Luis Ramírez, director del Movimiento, declarara: ”en virtud de la autoridad que me confiere mi cargo y en nombre del Padre de la Familia, declaro constituida la Rama Familiar de la Zona Oriente”, un aplauso brotó espontáneo y también algunas lágrimas.
Emocionados entregamos el compromiso manifestado en la oración de constitución, que recoge los anhelos de dos años de actividades realizadas atendiendo al querer de Dios, a la voz de los tiempos y los deseos de nuestro Padre y Fundador de hacer del mundo una familia. Fue un valioso tiempo de preparación, al final del cual, dado el crecimiento espiritual manifestado en una profunda vinculación al Santuario y al Fundador, y considerando el aumento del número de matrimonios comprometidos, nos transformamos en una Rama independiente.
La Alianza de Amor nos da la fuerza y la audacia que nos impulsa a la realización de la tarea, a pesar de nuestras pequeñeces y debilidades.
Aquel 18 de noviembre, del Santuario fuimos a la Casa de Peregrinos hermosamente adornada con globos. Hermanas y Padres, Juventudes, Señoras, Matrimonios, cantamos “Cumpleaños feliz” al Padre y brindamos con champaña por esta Familia, anhelo de muchos, que parecía algo logrado, pero que era solo el principio de un camino que debíamos hacer “con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”
Hermosos Recuerdos
Nuestros ex Jefes de Rama Oriana Ibáñez y Raúl Vásquez presentan a la nueva Asesora de la Rama de Familias de Bellavista; la Hermana María del Carmen. (1994)
Oración de Constitución de la Rama de Familias de Bellavista.